
Principio básico
El Coaching Sistémico es un proceso de interacción estructurado entre un coach y un coachee que se inicia a partir de la demanda de personas, grupos u organizaciones. A lo largo del proceso, se promueve el aprendizaje, el desarrollo personal, y el aumento de las potencialidades y grado de consciencia del propio coachee sobre el tema planteado.
Aplicación
Su ámbito de aplicación es el presente y está orientado a resultados concretos. En coaching no nos remontamos a la infancia o pasado lejano, o a por qué la persona es como es, ni intentamos cambiarla. Por el contrario, nos enfocamos a ayudar a esa persona, con sus fortalezas y debilidades actuales, a encarar la situación actual. El coach estimula, ayuda a reactivar o transfiere, en el curso del proceso, habilidades al cliente, pero nunca hace el trabajo por él.
El método
El método de trabajo usa la representación visual y espacial de la situación planteada. Habitualmente mediante figuritas, ya sean con forma de personas, o con formas abstractas.
Sistémico
La realidad mostrada por el cliente está influenciada no sólo por el bagaje y actitudes propias, sino también por aquellas de los sistemas en los que está inmerso, o con los que interacciona.
El Coaching Sistémico requiere por tanto también una sensibilidad especial hacia las interconexiones sutiles que confieren a las personas su singularidad. Cuando una persona o una organización presentan conflictos, un coach con pensamiento sistémico los ve originados por estructuras subyacentes, tanto en el sistema de origen del coach, como en la del sistema actual, y no por errores individuales o mala voluntad.

El trabajo del coach
Son elementos significativos de esta propuesta de coaching: el trabajo personal del coach orientado a sus propios valores, con la atención en sus procesos internos y hacia el desarrollo comprometido de un trabajo respetuoso, consciente, y humilde.